Páramo de Rabanal

( Ventaquemada - Boyacá)

 

Ubicación: Municipio de Ventaquemada, Vereda Montoya

Longitud: 6369 mts.

Tiempo de recorrido aprox: 5 horas

Dificultad: Medio – Alto

Modalidad: Guiado

Tipo de sendero: Recorrido lineal con dos posibles rutas

Capacidad de carga: 12 personas al día

El distrito regional de manejo integrado (DRMI) Páramo de Rabanal se localiza en el sector central de la Cordillera Oriental enmarcado en alturas entre 2900 hasta 3400 msnm; aquí se genera un sistema hídrico que irriga más de un millón de hectáreas, y aporta agua a una población estimada de 300.000 personas. En este importante ecosistema se encuentran varias especies de frailejón entre ellas la conocida como Espeletiopsis rabanalensis; además por sus condiciones biofísicas se constituye en ecosistema estratégico con relictos de bosque andino y alto andino, laderas rocosas y una gran variedad de especies de flora y fauna, que junto a una rica tradición oral de su pasado indígena y colonial lo convierten en atractivo destino para la práctica planificada y técnica del turismo de naturaleza.

  • Llevar alimento y agua suficiente para el trayecto. Se recomiendan 2 lts. de agua diarios por persona.
  • Calzado adecuado (cómodo y que sujete al tobillo) con medias de algodón que calcen justas, para evitar rozamientos y lastimaduras.
  • Se recomienda pantalón largo o camisa manga larga, gorro protector, abrigo e impermeable, una mochila.
  • Descansar 5 minutos cada hora.
  • Mantener un ritmo constante y relajado de caminata, de acuerdo a las propias capacidades.
  • No aislarse del grupo ni del guía y seguir responsablemente todas las indicaciones de seguridad y orientaciones que sean impartidas por el guía.
  • Estar al tanto de las condiciones climáticas de la zona y precaver cualquier cambio brusco en el estado del tiempo.
  • Poner atención a señales y características del terreno que puedan ser usadas como puntos de referencia.
  • No consumir alcohol y sustancias alucinógenas.
  • No arrojar basura. Si usted la trajo, usted se la lleva. Si encuentra basura y la puede recoger, mucha gente se lo agradecerá.
  • No hacer fuego y está prohibido fumar.
  • No recoger especímenes de flora y fauna, salvo permiso de investigación otorgado por la autoridad ambiental.
  • No abrir nuevos caminos, (seguir las rutas definidas).
  • No rayar, pintar o marcar piedras y árboles. Nadie necesita saber que usted estuvo allí.
  • Procure no dejar huellas de su permanencia en un lugar. Esto permitirá a otros visitantes disfrutar la naturaleza intacta.

Mapa del Recorrido

Estaciones Interpretativas

Desde tiempos ancestrales el hombre ha buscado alivio para sus dolencias y encontró en la naturaleza su mejor aliado. Las comunidades de antaño, debido a la ausencia de otros recursos farmacéuticos, fueron verdaderos maestros de la herbolaria (botánica medicinal), transmitiendo por tradición oral los usos medicinales de algunas especies. En el páramo de Rabanal se han podidoDesde tiempos ancestrales el hombre ha buscado alivio para sus dolencias y encontró en la naturaleza su mejor aliado. Las comunidades de antaño, debido a la ausencia de otros recursos farmacéuticos, fueron verdaderos maestros de la herbolaria (botánica medicinal), transmitiendo por tradición oral los usos medicinales de algunas especies. En el páramo de Rabanal se han podidocaracterizar algunas que hoy son protegidas pero que se empleaban en la elaboración de remedios tradicionales. Es el caso del árnica morada, la guaba, el cardón y llantén, plantas que poseen propiedades antiinflamatorias, relajantes, cosméticas, antisépticas y cicatrizantes.

En la actualidad, debido a la fragilidad de muchos ecosistemas, y al desmedido uso de los recursos naturales, se ha hecho necesario restringir algunas prácticas pese a su valor tradicional con el fin de preservar áreas de interés ambiental y las especies que allí habitan, quedando solamente el conocimiento ancestral como legado cultural y referente patrimonial.

¡El reconocimiento de nuestro patrimonio ancestral permite la preservación y la difusión de nuestros valores de identidad!

Se considera una de las áreas más altas del Páramo de Rabanal por sus características topográficas y su ubicación estratégica, las rocas que hacen parte de este complejo, según nos lo cuenta la tradición oral, poseen un importante valor místico toda vez que se cree fueron empleadas como lugar de rituales de adoración religiosa a la naturaleza por el pueblo Chibcha que habitó estos territorios siglos atrás, llegándose incluso a plantear la posibilidad de haber sido lugar de sacrificios. Se considera una de las áreas más altas del Páramo de Rabanal por sus características topográficas y su ubicación estratégica, las rocas que hacen parte de este complejo, según nos lo cuenta la tradición oral, poseen un importante valor místico toda vez que se cree fueron empleadas como lugar de rituales de adoración religiosa a la naturaleza por el pueblo Chibcha que habitó estos territorios siglos atrás, llegándose incluso a plantear la posibilidad de haber sido lugar de sacrificios.

Además de este contenido costumbrista se relatan algunos mitos y leyendas en torno a este lugar entre los que sobresalen el de los “ratones de oro”, que aparecían entre estas inmensas piedras en algunas épocas del año, y en especial para atraer la curiosidad de los visitantes, que por la ambición del preciado metal, no fueron pocos los que emplearon días enteros buscando estos fantásticos roedores; otros relatos del sector nos hablan de perros encantados, aves mágicas y otra serie de fenómenos incluso de tipo astral.

Este punto nos ofrece además de su carga de saberes y tradiciones, la oportunidad de disfrutar de un soberbio mirador natural del área circundante con su diversidad de paisajes y colores que deleita los sentidos y nos permite espacios de interiorización y reflexión sobre el legado ancestral.

“Los bosques de montaña, santuario natural, refugio de la vida”

Los caminos ancestrales, conocidos comúnmente como caminos reales o de herradura, tuvieron en muchos casos orígenes prehispánicos ya que eran las rutas que los pueblos originarios empleaban para comunicarse con otros poblados, para el caso de los chibchas que habitaron estas zonas, los caminos fueron el enlace cultural comunicativo y rutas de trueque de productos agrícolas, sal, mantas y otras mercancías, además era camino de correos e informes sobre lo que sucedía en los límites entre los dominios del Zipa de Bacatá (Bogotá) y del Zaque de Hunza (Tunja).

Ya en tiempos Coloniales rutas como esta se emplearon para fortalecer el comercio entre pueblos, para el caso particular era la senda por la que se transportaban cerámicas diversas de carácter utilitario especialmente, fabricadas por los alfareros de Ráquira quienes traían sus piezas de loza y las cambiaban por tubérculos diversos, maíz y sal que se traía de Nemocón y Zipaquirá, principalmente; de estas rutas y actividades de comercio deriva su nombre popular de “Camino de los Loceros”.

En este sector de “las Juntas”, además de valorarse el patrimonio material e inmaterial que constituye el camino ancestral, es oportuno reflexionar sobre la importancia del Rio Teatinos como microcuenca cumple un papel ambiental relevante; el embalse de Teatinos es alimentado principalmente por el rio Teatinos, el cual se represa para conformar la presa del mismo nombre, cabe señalar además la importancia del referente histórico de dicha microcuenca, en particular en el sector denominado Puente de Boyacá y los sucesos trascendentales relacionados.

“Transitar por senderos ancestrales es permitir al ser el reencuentro con su origen natural y cultural”

La importancia de los páramos como ecosistemas vitales para mantener los ciclos del agua constituye una de las principales razones para su conocimiento y protección, en favor de la vida que alberga y origina; aunado a esto es necesario fortalecer el cuidado de las especies naturales que habitan en estos lugares, siendo una de las principales el frailejón, planta protagónica en la retención del agua de las neblinas, su condensación y filtración de dicho recurso a la tierra, esta especie fue descrita botánicamente por el sabio español José Celestino Mutis, quien en el siglo XVIII la denominó Espeletia, en honor del virrey de la Nueva Granada José Manuel de Ezpeleta uno de los impulsores de la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada; el frailejón según la tradición popular tienen además de su función ecosistémica algunos usos medicinales que hoy hacen parte de la tradición cultural; en la actualidad es una especie natural de especial protección y en áreas como ésta se puede apreciar en plenitud su belleza y reflexionar sobre su importante papel en la conservación de la vida, además de y nuestro deber de preservarlo.

El cuidado de los páramos, el respeto por sus características biológicas y culturales, la protección de sus ecosistemas y recursos y en general las estrategias de sensibilización ambiental en torno a su importancia en el equilibrio ambiental son deberes de la sociedad; los páramos son laboratorios para el aprendizaje de la ciencia y a la vez son el refugio de las tradiciones ancestrales de respeto a la naturaleza; por tal razón la conservación de los recursos naturales y su uso racional, así como la apropiación social de su importancia como elemento patrimonial, facilitará su preservación y su existencia futura como fuente de vida.

“Los páramos y su ecosistema son fuente de vida, consérvalos, respétalos, protégelos, deja una huella verde en tu camino”

La “Laguna Verde” se constituye en uno de los principales atractivos naturales y tradicionales del Páramo de Rabanal, aún se desconoce el nombre indígena de este impresionante cuerpo de agua, sin embargo desde hace varias décadas se le dio su nombre actual según se ha podido establecer en memoria del apellido de un sacerdote Católico que realizó en este lugar varios ritos de “exorcismo” de la laguna como resultado de las múltiples leyendas y relatos fantásticos que hablan de los poderes del agua, de su castigo contra quienes desean robar sus riquezas o dañar su entorno natural y de las criaturas mágicas que la habitan; lo que si es cierto es que este inmenso espejo de agua posee un gran valor ecosistémico y una carga cultural inmensa que hace parte de la memoria ancestral del municipio y la posiciona como uno de los lugares más tradicionales para visitar y hacer relato de los saberes populares que enriquecen la cultura local.

Debe señalarse la necesidad de tomar conciencia colectiva sobre el deber de proteger esta laguna para evitar su contaminación, la invasión de su ronda y su desecado; es un verdadero tesoro natural por sus características propias y por ser hábitat de numerosas especies de flora y fauna que integran de manera armónica el ecosistema del Páramo de Rabanal.

“La montaña y sus elementos son fuente vital de nuestra existencia humana, es nuestro deber proteger su equilibrio natural como símbolo de gratitud”

Impresionante vista nos ofrece este mirador natural de roca conocido tradicionalmente como “Piedra de los enamorados”  cuya denominación hace referencia a la tradición popular de visitar parajes como este en compañía de la pareja sentimental y en medio de la naturaleza afianzar el afecto en el deleite visual de la belleza circundante. En el ámbito natural cabe señalar la importancia del Embalse Teatinos como uno de los cuerpos de agua más importantes para la región, específicamente para la ciudad de Tunja, Capital del Departamento de Boyacá cuyo sistema de acueducto se sirve de esta fuente hídrica alimentada principalmente por el río Teatinos que nace en el alto del Santuario a una altura de 3500 msnm; ésta represa está clasificada como Presa de Tierra con talud en enrocado. Impresionante vista nos ofrece este mirador natural de roca conocido tradicionalmente como “Piedra de los enamorados”  cuya denominación hace referencia a la tradición popular de visitar parajes como este en compañía de la pareja sentimental y en medio de la naturaleza afianzar el afecto en el deleite visual de la belleza circundante. En el ámbito natural cabe señalar la importancia del Embalse Teatinos como uno de los cuerpos de agua más importantes para la región, específicamente para la ciudad de Tunja, Capital del Departamento de Boyacá cuyo sistema de acueducto se sirve de esta fuente hídrica alimentada principalmente por el río Teatinos que nace en el alto del Santuario a una altura de 3500 msnm; ésta represa está clasificada como Presa de Tierra con talud en enrocado.

Desde este mirador panorámico se puede observar además el contraste que ofrece el ecosistema de páramo en su estado natural y la intervención humana a través de bosques plantados de especies que por sus características y particularidades afectan el equilibrio natural y poco benefician la coexistencia armónica de las especies; es necesario entonces reflexionar sobre la responsabilidad del ser humano frente a los recursos naturales y su compromiso real de proteger y preservar áreas de vital importancia para la existencia no solo de su especie sino de la gran diversidad del área, procurando siempre no generar impactos negativos a los ecosistemas como éste.

“La montaña y sus elementos son fuente vital de nuestra existencia humana,  es nuestro deber  proteger su equilibrio natural como símbolo de gratitud”

La Piedra Guala, es otro de los atractivos naturales con los que cuenta la zona del páramo de Rabanal. Esta formación rocosa ofrece una apariencia que podría interpretarse por similitud, a un águila o alguna especie de buitre; sin embargo su nombre probablemente se derive de ser lugar en que por sus características físicas ofrece condiciones propicias para que en el ella anide la Guala Común (Cathartes aura) que gusta de tener como hábitat bosques de montaña aledaños a zonas abiertas; la Guala es un ave carroñera aunque puede atacar mamíferos recién nacidos y es considerada uno de los patrulleros del bosque, actividad permanente que le permite detectar su alimento gracias a su preciso y agudo olfato.

En estas salientes rocosas según se relata era común encontrar gran cantidad de nidos de esta ave tanto en los filones como en especie de cuevas por lo cual se convirtió en lugar de atractivo, además de que algunos arriesgados utilizaban la roca como mirador; en este sector puede encontrarse vegetación representativa del bosque alto andino como las uvas camaronas, el gaque, laurel, romero, tunos, bromelias, helechos musgos y líquenes.

“La montaña y sus elementos son fuente vital de nuestra existencia humana, es nuestro deber proteger su equilibrio natural como símbolo de gratitud”